miércoles, 25 de abril de 2012

Entrevista a León Moreno (Lord La Ion)


Entrevista a León Moreno (Lord La Ion)

Un artista riojano se lució en la fiesta de la Vendimia de Mendoza

Leonardo Moreno con la estética Drag Queen. Todos le dicen León (o Lord La Ion).
Leonardo Moreno acaba de participar por segunda vez en el staff de actores de la fiesta de la vendimia 2012 “Te miro… Vendimia de Colores” el 3, 4 y 5 de marzo. Además de actor y bailarín cultiva la estética Drag Queen. Todos le dicen León (o Lord La Ion), un apodo que tomó vida propia. En diálogo con DataRioja comparte su experiencia.
León Moreno (29) cursa el profesorado de Expresión Corporal en el IFDAC. Llegó hasta Mendoza gracias a un contacto de las redes sociales, que vio fotos de su arte y lo interesó para presentarse a la audición del festival.
 
“En actores el único de La Rioja era yo, de ahí habían ido cuatro bailarines y quedaron dos. Éramos tres riojanos en total”, explicó Moreno a DataRioja. El año pasado quedó en el puesto treinta y pico entre los miles que concursaron, tras meses de preparación el encuentro con el público quedó truncado por los incidentes con actores que hicieron que las repeticiones de la fiesta se suspendiera a la segunda noche. Este año tuvo su revancha, tras concursar de nuevo quedando en el cuarto lugar en el orden de mérito entre los más de 670 artistas del staff dirigido por Alejandro Grigor. Estuvo a un paso de los papeles destacados reservados para los tres primeros.
 
“Me fui el 30 de enero y volví el 6 de marzo, con ensayo de lunes a viernes de 20 a 24 horas, contábamos con todo, seguridad privada, vestuario, un galpón de costureras que nos hacían la ropa, ambulancias, todo. Artísticamente en cuanto al cuidado me sentía en la gloria, decía estoy a años luz de lo que yo conozco. Los que menos cobraban eran los artistas, poco más de 5 mil pesos, que es muchísimo. Por el mismo tiempo de trabajo se suele cobrar el 10% de eso. Hay mucha inversión. Como me fui únicamente para eso me sentía en la gloria no me quería ir mas”, agregó entusiasmado.
 
Un gran desafío. León participo en cinco cuadros: La Bodega, Inmigrantes, Virgen de la Carrodilla, Batalla del agua y en el cierre final. Estuvo en el cuerpo de actores y no de bailarines porque es el segmento en donde se siente más fuerte. “Éramos actores que hacíamos de bailarines” dice, no eran cuadros de personajes, sino más bien coreografías masivas. Convivir con artistas, payasos, clowns, equilibristas, malabaristas fue un desafío a la hora de trabajar seriamente”, aunque reconoce que en momentos de cansancio y agotamiento esa alegría constante distendía y hacía más llevaderos los ensayos.
 
Recuerda con especial emoción el momento en el que aparece en escena la Virgen de la Carrodilla “es como si fuese San Nicolás acá”… León abre los brazos e intenta abarcar un inmenso público imaginario, revive lo que sintió cuando los aplausos comenzaron desde la gente del cerro, y se fue contagiando y transmitiendo como olas en un mar, un momento muy fuerte, muy movilizante. “Siempre que pueda y quede seleccionado voy a seguir participando, es una experiencia que elegiría hacer siempre”, expresó.
 
Orgullo. “Lo que rescato primero es el orgullo para darle a mis viejos. Cuando éramos chicos veíamos la Vendimia en la tele y yo lo veía muy lejos a eso y es un logro grande personal, porque invertí bastante para ir ahí, no me tomé vacaciones de invierno ni verano para tener esos días para faltar al trabajo. Moreno tuvo que costearse todos los gastos, su jefa en la Ciudad de las Artes le suministró además del permiso, el pasaje de ida. Pero el sacrificio se compensa con la experiencia, el equipo humano, las ganas de los actores y actrices grandes que fueron sus compañeros “aprendí muchísimo” dijo.
 
Comenta que sus padres vieron la transmisión por tele, que su mamá estaba chocha porque lo enfocaron en varios planos y el teléfono empezó a sonar, familia, amigos, colegas que lo habían visto lo felicitaban. Y ahora cuenta con los videos que quedaron alojados en Internet, en donde esa conquista a un público tradicional y conservador de 40 mil espectadores lo aplaudieron en la 76º edición de la fiesta.
 
Vendimia Gay. Una semana después de la fiesta oficial, se hace la Vendimia para Todos o la Vendimia Gay como se la conoce. Un evento cada vez más glamoroso y convocante. Ahí los artistas, con un destacado rol de Drags Queens tienen los mismos tiempos de ensayo que en la fiesta central, un caché menor en sus contratos (alrededor de los ochocientos pesos) y deben costearse gastos de vestuario y producción.
 
Drag Queen no es lo mismo que ser transexual ni travesti, no viven las 24 hs bajo el montaje de maquillaje y vestuario. Son hombres que se recrean en un personaje excesivamente femenino produciendo una performance de canto, baile, actuación, haciendo monólogos o promoción y recepción en eventos. Construyen un personaje de fantasía que es el vehículo para mostrarse artísticamente con mucha producción en vestuario, maquillaje, plataformas altísimas y un alto vuelo estético sin sacrificar lo masculino.
 
León Moreno es un artista Drag independiente. Mejor León no, deberíamos decir Lord La Ion. Realiza presentaciones y formó parte de elencos como Circo Azul, IDAL, IFDAC, en ballet del pre-Cosquín y haciendo obras de teatro, revistas y musicales con Miguel Saldaño. Conduce desfiles, viaja a hacer shows, a ser jurado.
 
Bienvenidor. Cuenta que uno de los trabajos más recurrente es ser “hostess” (el anfitrión que recibe a la gente en un evento o boliche) “es el ´bienvenidor´, el que pone la cara para convocar a la gente” explica. “Drag es una libre expresión de arte, es potenciar lo femenino visual conjugado con los sentimientos femeninos y masculinos. Se diferencia totalmente del transformista que imita una imagen, que quiere ser una mujer. El Drag no. Usa plataformones, ojos blancos, un vestuario llamativo, es arte viviente. Le podes poner lo que sea y el Drag te lo lleva como si fuese de él. Te podes vestir de helado y te gusta el helado”, agregó.
 
Hay muchos estilos, el grotesco, la onda bicho, el femenino, el masculino pero siempre hay un giro para darse cuenta que es Drag porque tiene algo artístico, por la actitud del personaje. Lord La Ion es una creación que ya lleva seis años en el medio. Explica que al principio era solo un hombre maquillado, dancer o bailarín de una Drag que le insistió montarse en los tacos y el personaje. Lo que más le costó fue consolidar esa personalidad. La Ion es la descarga eléctrica que fluctúa entre lo masculino y lo femenino. Nunca es neutral, es energía constante. Se produce a sí mismo, diseña y monta las performances de acuerdo a los espectadores.
 
Lord La Ion explicó que “la forma visual puede ir mutando, por ejemplo en un concurso representé un Fauno, pero la esencia del personaje se mantiene, esa actitud es un plus que tiene el Drag Queen para poder ser de cualquier modo. Es actuación. Cuando me estoy produciendo no estoy con la actitud Drag, es como preparar un mameluco para una loza, hasta que no salgo de casa no estoy con el personaje todo el tiempo, me preparo para actuar. Yo lo tomo con mucha seriedad. Es mi trabajo”.
 
En cuanto a la mirada de los demás a su propuesta dice que cultiva un perfil artístico que lo aleja de lo burdo y de lo provocativo. Con su personaje se exhibe y se expone por eso se cuida. “La gente mayor ve un tipo de dos metros con peluca, tacos y tutú, pero me ha pasado que nenitas se me acercan en el mismo contexto contentas, asombradísimas, diciendo: mirá! Qué linda la muñeca!…”
 
León Moreno define a Lord La Ion como “un personaje multifacético que se nutre y reacciona con lo que tiene al frente, es un personaje vivo, con mucha energía, humor, mucha ironía sobre todo. Hay veces que es muy ácido y hay que estar muy despierto para poderlo entender”.
 
¿León Moreno también es así? Nooo, Para nada –responde- no me dá… tengo mucho carácter. Nada que ver con el personaje, hay veces que no soy para nada gracioso, para nada simpático pero en cambio La Ion no tiene nada negativo. Es el otro yo seguramente. Me gusta, la gente me dice que nada que ver. Incluso le doy más bolilla a la estética del personaje, invierto más en él que en mí. Si mi vieja no me da la ropa no me cuido, pero La Ion se re produce. Mi estética está canalizada ahí. En el personaje saco cosas mías que no las uso cotidianamente, no saco todo lo que tendría que sacar siendo yo, de civil.

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