domingo, 5 de agosto de 2012

René Favaloro: la medicina como vocación



Este mes se conmemora el natalicio (el 12) y muerte (el 29) del Dr. René Favaloro, dos extremos que marcaron una vida de servicio al resguardo de la salud, fundada en una profunda vocación y respeto a las personas. En la provincia de La Rioja, un centro de salud lleva su nombre: el Hospital Seccional René Favaloro de Desiderio Tello.
Su entrega profesional se guiaba con la convicción de que el acto médico debía “estar rodeado de dignidad, igualdad, piedad, sacrificio, abnegación y renunciamiento" de acuerdo con la formación profesional y humanística que recibió en la Universidad Nacional de La Plata.

Su padre tenía el oficio de ebanista y su mamá costurera, estudió con gran esfuerzo mientras ayudaba con su trabajo a la economía familiar. Amante de las cosas sencillas, dedicó su tesis a su abuela Cesárea “que me enseñó a ver belleza hasta en una pobre rama seca” con la misma contemplación y respeto a la dignidad de las personas en situación de dolor que se acercaban a la ciencia para remediar sus males. Dicen sus colaboradores que siempre fue el mismo ser íntegro mientras ejerció su profesión los 12 años en el pueblo, o en el importante edificio de su fundación.

En su libro “Recuerdos de un médico rural”, relata sus estadía en Jacinto Aráuz, La Pampa desde 1950 a 1962: "Empezamos a organizar eso que llamamos clínica y que, en verdad, era sólo un centro asistencial adecuado a las necesidades de la zona".
Se ocupó de conocer en profundidad los problemas de la gente, se decía de él en ese entonces que trataba de ver el alma para curar el cuerpo y que de este modo pudo llegar a conocer las causas profundas de los padecimientos. Jacinto Aráuz tenía entonces 3.500 habitantes, fundado en una zona desértica, los caminos del pueblo eran intransitables los días de lluvia, durante el verano asediaba el calor y el viento con arena y en invierno el frío se hacía intenso.

A su estadía se sumó su hermano Juan José y durante los años de permanencia crearon un centro asistencial modelo. Junto a maestros,  la iglesia, los empleados de comercio y las comadronas, de a poco fueron logrando un cambio de actitud en la comunidad. Cuenta en su libro que se decía de él que tenía el poder de ser adivino, cuando lanzaba y acertaba un diagnóstico con la simple observación del paciente, en la precariedad que el sistema de salud le permitía en ese momento.

"Todo lo que ganábamos lo invertíamos para agrandar y mejorar la clínica. Jamás compramos una sola hectárea de campo en Jacinto Aráuz" escribía el doctor.

“Así, lograron que casi desapareciera la mortalidad infantil de la zona, redujeron las infecciones en los partos y la desnutrición, lograron comprar un equipo de rayos X, organizaron un banco de sangre viviente con donantes que estaban disponibles cada vez que los necesitaban y realizaron charlas comunitarias en las que brindaban pautas para el cuidado de la salud”  refieren desde la Fundación Favaloro.

Nombres que inspiran
En la provincia de La Rioja, un centro de salud lleva su nombre: el Hospital Seccional René Favaloro de Desiderio Tello, una localidad de 750 habitantes, en una zona desértica, que viven principalmente del empleo municipal, de la cría de caprinos y de asignaciones familiares y/o planes sociales. Haciendo un paralelismo con Jacinto Aráuz, se observa a pequeña escala el desempeño y competencias que debe tener un médico rural, ejerciendo en zonas desfavorables. Antes fue un centro primario, hace 14 años se lo declaró Hospital Seccional y su funcionamiento  se fue mudando a varios lugares: hasta hace 8 años funcionaba en una vieja casona con paredes fisuradas, ante ese riesgo en 2007 se lo trasladó al predio de Vialidad que les cedió un lugar y  al fin el 19 de diciembre de 2008 se inauguró un moderno edificio con salas de internación y consultorios acondicionados. Del Hospital dependen dos Centros Primarios de Salud, el  de Chelcos (a 7 Km), con 145 habitantes y el de Potrerillos (a 20 Km) por un estrecho camino de tierra que hace que llegar a los 45 residentes sea de difícil acceso.
Pero las mejoras no solo fueron edilicias, a pesar de que funciona con un solo médico para cubrir las necesidades de toda la zona, el trabajo en conjunto de 28 personas dio resultados, Desiderio Tello tiene cobertura del 100% en el Plan Nacer que atiende las necesidades de niños y mujeres embarazadas sin obra social, con todo el relevamiento de datos que las mediciones de control exigen. También se logró en este sentido la cobertura y control del 100% del programa de Salud Sexual Reproductiva.  Desde hace 3 años la gente ya no tiene que viajar para hacerse análisis bioquímicos, ya que una vez por semana se realizan extracciones en el Hospital.

La oferta de estudio a nivel terciario del pueblo, es la formación de agentes sanitarios, entonces se logra una comunidad comprometida con la salud, que participa de charlas, que asiste recurrentemente al Hospital y que colabora en las tareas preventivas en los meses más críticos.

Sin dudas René Favaloro es un nombre inspirador para los servicios de salud y el sistema en sí. En una de sus últimas conferencias en Dallas, Estados Unidos, resumió en un decálogo los principios que hacían a su parecer la formación de un buen médico:
1. La historia clínica está por encima de cualquier avance tecnológico.
2. Todos los pacientes son iguales.
3. El trabajo es en equipo.
4. Máximo respeto al médico de cabecera.
5. Cobrar honorarios modestos.
6. Hacer docencia e investigación.
7. Prevenir, estimular la vida sana.
8. No perder el humanismo.
9. Abogar por la paz.
10. El optimismo tiene efectos biológicos

No obstante su decisión final personal y extrema, es de rescatar la formación e interés del hombre por el hombre y de todo lo que en vida infundió con su ejemplo y dedicación. Sumado al incuestionable legado científico, hace que su recuerdo se impregne siempre de respeto.

“Los progresos de la medicina y de la bioingeniería podrán considerarse verdaderos logros para la humanidad cuando todas las personas tengan acceso a sus beneficios y dejen de ser un privilegio para las minorías”; “En cada acto médico debe estar presente el respeto por el paciente y los conceptos éticos y morales; entonces la ciencia y la conciencia estarán siempre del mismo lado, del lado de la humanidad” expresaba el doctor Favaloro a fines de siglo pasado. Todavía hay gente que tiene el corazón puesto en los mismos ideales y otros tantos que aún no entendieron el mensaje.

Texto: Jimena Vera Psaró
Redacción DataRioja
11/ 07/ 2012

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